Las líneas navieras continúan centrando su atención en el mercado a largo plazo, priorizando la consolidación de buenas relaciones con sus principales clientes. Los propietarios de carga y transitarios que gestionan altos volúmenes se benefician de tarifas de contrato más competitivas, en un contexto donde la demanda de carga podría verse afectada antes de lo previsto debido al inicio temprano de la temporada alta.

A final de año, más de 1,3 millones de TEUs de nueva capacidad aún están por ser entregados, sumándose a otros 2 millones previstos para 2025, lo que podría traer consigo tiempos complicados para armadores no operadores y líneas navieras. Diversos indicadores, como el Índice de Carga Contenedorizada de Shanghái (SCFI), han evidenciado una caída reciente en las tarifas spot, lo que podría señalar el fin de la presión tarifaria.

En este entorno, Freightos ha reportado mejoras en las principales rutas este-oeste, destacando una caída en las tarifas de flete tras meses en aumento, aunque todavía son elevadas. Sin embargo, ante esta inestabilidad, el diferencial entre tarifas spot y contratos a largo plazo ha aumentado significativamente, exponiendo a transitarios y propietarios de carga a riesgos de no embarcar sus contenedores comprometidos.

Como solución, algunos han optado por pagar recargos adicionales o buscar tarifas en el mercado spot, aunque esto puede dejarlos en una posición intermedia entre ambos mercados. Las dinámicas actuales resaltan la experiencia variada de los actores en un contexto de tarifas spot elevadas, donde los contratos a largo plazo se mantienen más estables.

No hay que olvidar que la brecha entre tarifas máximas y mínimas continúa creciendo en el segmento de largo plazo, las líneas navieras están adaptándose a las condiciones del mercado, manteniendo su compromiso con sus clientes más importantes y ofreciendo contratos más bajos para garantizar su fidelidad en un panorama incierto.